Este aerogenerador flotante tiene una sola pala. Su misión es sencilla: más potencia con la mitad de costes
- Sus creadores destacan las ventajas de su diseño, de una sola pala y capaz de adaptar su inclinación
- La compañía que lo desarrolla, TouchWind, ya ha logrado respaldo de una firma japonesa
Para la holandesa TouchWind el éxito de la eólica offshore no dependerá de la altura de las turbinas, la longitud de las palas o su mayor o menor capacidad de generación eléctrica. No. Su apuesta es otra bien distinta: el número de aspas. Por eso han ideado su propio dispositivo, un peculiar aerogenerador flotante dotado de un solo brazo y que —al menos según los cálculos de la empresa— reduce de forma considerable los costes y pude seguir funcionando con fuertes rachas de viento.
De momento ya han logrado captar el interés de inversores.
¿Cómo que una sola pala? No es demasiado ortodoxa, cierto, pero esa es la estrategia por la que ha optado la firma holandesa TouchWind para impulsar la eólica offshore. Con el objetivo de reducir costes y aumentar la capacidad de generación, sus técnicos han diseñado un molino de una única pala.
En palabras de la propia firma, se trata de un «aerogenerador flotante de rotor inclinado de una pieza», una descripción sucinta pero que da una idea precisa de las dos grandes peculiaridades de su diseño. La primera es que prescinde de las tres palas habituales. La segunda, que el dispositivo juega con el ángulo de inclinación para adaptarse a la intensidad de las rachas de viento.
¿Y por qué esos cambios? Por las posibilidades que ofrecen. TouchWind reivindica que con su propuesta puede alcanzar la cuadratura del círculo que persigue cualquier instalación energética… o directamente cualquier negocio: ahorrar en costes al mismo tiempo que se aumenta la producción. ¿Cómo? La compañía holandesa asegura que sus rotores son más económicos, con un coste estimado del 30% en comparación con las turbinas tradicionales. No solo eso.
«El rotor de TouchWind tira del mástil, lo que se traduce en menos fuerzas conflictivas dentro de la construcción. Esto permite un aerogenerador más ligero y elegante, pero lo más importante: un mástil que se estima un 50% más barato que el de cualquier modelo actual de aerogeneradores», explica la empresa, con sede en Eidhioven. Sus responsables reivindican además el potencial de diseños flotantes como el suyo tanto por sus ventajas a nivel logístico como por las posibilidades que abren en mar adentro, donde se alcanzan grandes profundidades y fuertes rachas.
¿Y qué hay de la potencia? La compañía asegura que dispone de un rotor autoajustable y funcional de tres metros y sostiene que con uno de 200 m puede generar una potencia de 12,5 megavatios (MW), suficiente para abastecer a 15.000 hogares. Al usar una pieza, sostiene que su diseño ofrece «una mayor resistencia constructiva», lo que le permite a su vez lograr diámetros más amplios.
Más allá de contar con una única pala, quizás la gran característica de su prototipo, al que se refiere en varias ocasiones como «TouchWind Mono», es sin embargo otra: su capacidad para inclinarse y adaptarse a la fuerza del viento.
Pero… ¿Por qué lo hace? Por sus ventajas a nivel operativo. «Los aerogeneradores actuales están hechos para dejar de funcionar con vientos superiores a 25 m/s. Mono no. Como su rotor encuentra automáticamente la posición correcta puede soportar vientos de hasta 70 m/s. El resultado: más energía», comenta. Esa misma capacidad facilita su mantenimiento, según la empresa, lo que le permite estar más tiempo activo: «Un barco puede agarrar el cable que conecta la boya con el rotor en la mayoría de condiciones climáticas. No se necesitan helicópteros ni grúas. Eso significa menos tiempo sin conexión».
¿Y más allá de la teoría? La propuesta de TouchWind ha resultado lo suficientemente interesante como para captar ya el interés de la industria. Hace poco anunciaba que la naviera japonesa Mitsui OSK Lines (MOL) ha decidido invertir en la compañía y hacerse con una participación minoritaria.
La inyección de recursos le permitirá ampliar sus pruebas de campo y acometer nuevas investigaciones. «Se están preparando pruebas de campo con un rotor de seis metros de diámetro en el lago Oostvoorne, en los Países Bajos —avanza Rikus van de Klippe, fundador y director general de la firma holandesa—. Con MOL como accionista y sus inversiones podemos acelerar el programa de pruebas, probar nuestra tecnología y reducir el tiempo de comercialización».
Fuente: Xataka.com