De acuerdo a algunos datos que aún no he validado, pero que aseguro comentarlos con mayor detalle en el próximo post, se tiene a abril un crecimiento de aproximadamente 6% en la demanda eléctrica de grandes usuarios, esta tendencia se viene registrando desde más o menos julio de 2022; se ha registrado en lo que va de 2023 crecimientos de demanda mensual, a nivel SEIN, que han superado el 10%. Cabe resaltar que a estos incrementos, además del vegetativo, se suma la demanda de todos los procesos que sirven para acondicionar la temperatura de diversos ambientes domésticos, de oficina y de la industria; sabemos que este 2023, por lo menos en Lima, se experimentó incrementos de 5°C respecto a su promedio histórico (que es 27°C).
En esta oportunidad he querido comparar las energías de los años 2016, 2017 (FEN Niño Costero), con la tendencia que se puede observar del 2023 con relación al 2022, el gráfico se expresa por sí solo.
Como estos procesos de la naturaleza generalmente se convierten en nuestro país en desastres, seguramente nuestras autoridades ya están trabajando en planes de contingencia para mitigarlos, sino lo están haciendo hay que insistir en que lo hagan. Cada vez el clima y el tiempo serán más difíciles de predecirlos, a menos que se desarrolle un control sobre los mismos (geoingeniería), les comparto un link sobre ello (https://lnkd.in/eyGpgVwN).
Como volveré a repetir una vez más, los pasos a seguir necesariamente tienen que ser planificados. Es también información pública que los embalses de agua más representativos para la generación hidroeléctrica del SEIN no terminaron de llenarse como debieran, llovió y lloverá intensamente en las cuencas intermedias, no tanto así en las cuencas altas, nuestros periodos de lluvia se acortaron (otra vez más, se debe priorizar el afianzamiento de cuencas, no todo es upstream para los hidrocarburos o uso de GN para la masificación, hay otros temas que requieren atención).
Artículo realizado por Roberto Carlos Tamayo Pereyra. Gracias por compartir la información.
