Alemania tiene muchas autovías y necesita más energía renovable. Solución: cubrirlas de paneles solares
A lo largo de los años y a medida que aumentaba el interés por las energías renovables hemos buscado nuevos espacios en los que instalar paneles solares. Los hemos colocado sobre plataformas flotantes en embalses o mitad del mar, tejados, cubiertas de catedrales, huertas y granjas, invernaderos, ventanas e incluso balsas de purines. Pero… ¿Y si nuestra gran baza estuviera en otro lugar: en la extensa y kilométrica red de autopistas y autovías? En Alemania el debate ya está botando. Y hay incluso quien ha calculado cuánta energía podría aportar al país.
La idea lleva de hecho cierto tiempo circulando. Allí y fuera de sus fronteras.
Coches entre paneles y molinos eólicos. Quizás resulte una estampa llamativa, pero es lo que se está planteando en Alemania. La coalición gobernante, formada por socialdemócratas, liberales y ‘verdes’, acaba de proponer que a la hora de plantear nuevos tramos de autopista se reserve espacio para turbinas y paneles fotovoltaicos. «No se debe planificar un solo kilómetro de carretera sin agotar las posibilidades de generar energía renovable», reivindicaba a finales de marzo la alianza tripartida en declaraciones recogidas por Bloomberg.
Su objetivo: que los nuevos tramos contemplen la presencia de paneles solares y molinos ya desde su misma concepción e incluso evaluar los trechos más antiguos para determinar sus posibilidades. La red de Autobahn, las populares autopistas germanas, supera los 13.000 km, lo que la convierte en una de las más extensas.
¿De cuánta energía hablamos? Un estudio reciente de la Fundación Altes Neuland Frankfurt ayuda a hacerse una idea. Sus técnicos han ideado un sistema de banda de energía que, calculan, podrían generar hasta 200 TWh anuales si se extendieran a lo largo de buena parte de la red de las autopistas y vías federales.
En concreto —precisa PV Magazine— el 80% de las autopistas y el 65% de las carreteras federales, lo que sumaría decenas de kilómetros. «Las bandas se pueden instalar a la derecha e izquierda de las carreteras principales federales o, si hay una mediana lo bastante ancha, también al otro lado», zanjan sus autores. Peter Binker, profesor de la Bergische Universität Wuppertal e integrante del consejo científico del proyecto, desliza que el cálculo de 200 TWh debe manejarse con cautela, como una estimación para «el mejor de los casos», pero recalca su potencial.
Carreteras rápidas… y «verdes». La propuesta que ha lanzado Altes Neuland Frankfurt contempla la construcción de mástiles con rejillas de acero distribuidos por los laterales de las autopistas, cada 15 m. Los módulos fotovoltaicos colgarían entre las estructuras. El sistema incorpora también un cableado soterrado con conexiones a la red cada ciertos kilómetros. El objetivo: una «red inteligente».
«Los escenarios del Instituto Fraunhofer prevén una demanda de electricidad en Alemania de unos 2.400 TWh anuales para 2050. De ellos, el país debería producir al menos 1.000 TWh para no depender en gran medida de las importaciones del exterior”, reflexionan los responsables del proyecto. En zonas particularmente ventosas abre la puerta a que los módulos se completen con turbinas.
¿Es la primera vez que se plantea? La fundación de Frankfurt no es la primera en fijarse en el potencial de la red de carreteras de Alemania para la generación de energía solar. Hace unos años investigadores del Austrian Institute of Technology (AIT), el Fraunhofer ISE de Alemania y el Forster Industrietechnik plantearon una propuesta similar, aunque con una ejecución diferente.
Su propuesta piloto, bautizada PV-SÜD, consistía en desplegar tejados fotovoltaicos sobre las autopistas. El objetivo era el mismo que el del proyecto de Frankfurt, lograr energía renovable, aunque sus impulsores defendían que podría aportar ciertas ventajas extra: la protección del pavimiento frente a las lluvias o el sobrecalentamiento y una reducción de la contaminación acústica. El «techo solar» también afrontaba retos, como el drenaje o su aguante al viento y las nevadas.
Más allá de Alemania. Alemania no es la única que se ha planteado sacar partido de sus carreteras. El Consejo Federal Suizo modificó hace unos meses su normativa para permitir la generación de energías renovables en espacios libres repartidos a lo largo de la red vial. Sus estimaciones apuntaban a que entre las autopistas y las líneas férreas podría lograr alrededor de 101 GWh anuales, la mayor parte, unos 55 GWh, de la lengua de asfalto que la recorre.
Iniciativas similares, aunque con diferentes soluciones técnicas y resultados dispares, han desplegado en otros países, como Francia, China, Holanda o EEUU. Incluso en España las autoridades se han fijado en el potencial de soluciones como el «pavimento fotovoltaico», con placas solares. Los resultados no siempre han sido los esperados: en Normandía estrenaron en 2016 un tramo de un kilómetro con 2.800 m2 de paneles que dio quebraderos de cabeza desde sus inicios.
Fuenta: xataka.com