España destaca en el mapa de la fotovoltaica. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) y Photovoltaic Power Systems Programme acaban de publicar su informe anual sobre el mercado a escala mundial, una «foto» detallada que muestra sus tendencias y derivas a lo largo de 2022. Y en un escenario de crecimiento, en el se registraron 240 GW en nuevos sistemas instalados y la base fotovoltaica global aumentó hasta alcanzar los 1.185 GW de capacidad acumulada, España ocupa un lugar relevante. Por el potencial ganado. Y sobre todo por penetración.
¿Qué dicen los datos? ¿Y qué lecturas dejan?
La «foto» general. A lo largo de 2022 la IEA constató un «crecimiento significativo» de la base fotovoltaica global. Lo suficiente, de hecho, como para sumar 240 gigawatios (GW) en nuevos sistemas instalados y alcanzar 1.185 GW de capacidad acumulada pese a las dificultades del contexto, muy marcado por las derivadas de la guerra de Ucrania y las subidas de precios que siguieron a la pandemia del COVID-19. No es la única pincelada positiva que deja el IEA.
Los técnicos de la agencia precisan que —al menos entre los analizados en el informe— hay casi una docena de países en los que la tasa de penetración de la energía solar supera el 10%, lo que demuestra su huella en el suministro eléctrico global. «La fotovoltaica ha demostrado que es una contribución seria, importante y a largo plazo a la generación de electricidad”, destacan desde el organismo.
¿Y qué papel juega España? Uno de los puntos interesantes y que subraya la propia IEA es el peso que ha logrado la energía solar en el suministro eléctrico de nuestro país. En el informe de Photovoltaic Power Systems Programm —en el que participan una veintena larga de naciones repartidas por todo el mundo, además de organismos internacionales— España alcanza la mayor tasa de penetración. Su tasa de 2022 era del 19,1%, más de un punto y medio por encima de Grecia, que ostenta la segunda posición de la tabla con una penetración del 17,5%.
El ‘TOP 5’ lo completan Chile (17%), Países Bajos (15,9%) y Australia (15,7%). En las tablas del IEA hay nueve países con tasas de penetración que superan el 10%, dos más que en el estudio de 2022. «Las altas tasas no están reservadas para climas pequeños y soleados ni a países con un consumo bajo, como muestran Alemania y la India», recogen los técnicos. El porcentaje de penetración en el mercado de la UE es del 8,7% y en el chino del 6,5%. A nivel más amplio, el aporte de la fotovoltaica asciende a cerca del 6,2% de la demanda mundial.
A la cabeza en potencia instalada. Otro de los puntos en los que España ha logrado destacar en el estudio de la IEA. A nivel global la agencia identifica que el «músculo» fotovoltaico se ha reforzado, con 240 GW en nuevos sistemas instalados y activados. En el caso concreto de la Unión Europea, se registraron 38,7 GW instalados hasta alcanzar una capacidad acumulada de 209,3 GW.
Es en ese contexto en el que destaca España, que se situaría como la nación del bloque líder en potencia instalada el ejercicio pasado, con 8,1 GW, ligeramente por delante de Alemania (7,5 GW) y a escasos dos puntos de Brasil, que registró 9,9. La India y los EEUU superaron los 18 GW. En cuanto a capacidad acumulada, España marcaba el año pasado 26,6 GW, lo que lo coloca en la séptima posición del ‘TOP 10’ global, aunque bastante por detrás de Alemania (67,2 GW) o Australia (30).
El peso de China. Si hay un país que destaque tanto en capacidad anual instalada en 2022 como en acumulado es China. En el primer caso alcanzó los 106 GW. En el segundo, 414,5 GW. En ambos se sitúa bastante por delante de la suma de los países que integran la UE, EEUU o la India. «Con un crecimiento continuo, China sigue siendo el principal mercado regional en 2022, con más del 45% de la nueva capacidad, participación de mercado que no se veía desde 2018”, zanja.
¿Puede relajarse España? El informe de la IEA otorga a España un papel relevante, liderando el ranking de penetración y situándolo a la cabeza de la UE en potencia instalada en 2022. Que su rol sea destacado no significa sin embargo que la expansión de las renovables esté libre de retos. La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) ya ha mostrado su malestar por lo que consideran una falta de agilidad a la hora de tramitar las instalaciones y el propio Ejecutivo ha acabado asumiendo el atasco con las renovables. Todo, con algún que otro tirón de orejas de Bruselas entremedias precisamente por la aplicación de la directiva verde.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) se ha marcado el objetivo de que la solar fotovoltaica alcance en 2025 los 21.713 con la meta final de situarse en 39.181 MW para 2030. Según el portal Statista, el año pasado la potencial solar fotovoltaica instalada en España rondaba los 19.800 MW, unos 4.500 más que en 2021. El último balance de Red Eléctrica, de este mismo mes, sitúa el dato algo por encima, en 20.324 MW. La UNEF ya ha demandado una revisión al alza del plan para implementar hasta 65 GW fotovoltaicos en planas en suelo en 2030.
Fuente: xataka.com