Como dichas sales son disipadores de calor mucho más efectivos que el helio, elemento que suele emplearse en los reactores de agua ligera convencionales, el WAMSR permite una gran eficiencia termodinámica. Los autores del proyecto calculan que es capaz de utilizar hasta el 98% del potencial radiactivo que queda en las barras desechadas. Cabe mencionar que los reactores existentes emplean solo el 3% de su combustible, mientras que el 97% restante son desechos que se almacenan en cementerios nucleares.
Teniendo en cuenta que hoy en día en el mundo hay, al menos, 270.000 toneladas de residuos nucleares, esta cantidad sería suficiente para abastecer a la humanidad con toda la energía que necesita a lo largo de los próximos 70 años. En cuanto a los desechos producidos por el propio WAMSR, los diseñadores calculan que un reactor de 500 megavatios no dejará nada más que tres kilos de basura nuclear por año. Acentúan, además, que este tipo de residuos permanecerá radiactivo durante centenares de años y no miles, como los deshechos nucleares convencionales.
En cuanto a las cuestiones de seguridad, puntualizan que en caso de detectarse una irregularidad el software integrado apagará el reactor automáticamente. Concretamente, las tuberías que están suministrando el combustible líquido al reactor están conectadas a un tapón de drenaje hecho de sal que fue congelada sólida. Si hay un corte de electricidad en la planta y no hay un operador humano, el tapón se funde y el combustible nuclear drena en tanques de almacenamiento, se enfría y se solidifica.
Los especialistas estadounidenses detallan que para seguir adelante con su proyecto, que actualmente es solo un diseño en papel, necesitan una inversión de 200 millones de dólares. El coste estimado de edificar un reactor real es unos 1.500 millones de dólares.
Fuente: http://actualidad.rt.com/