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El plan de China para dominar el coche eléctrico empieza a dar frutos

Las acciones de CATL se han disparado. La empresa construirá nuevas fábricas que podrían convertir al país en el líder de la producción de baterías para estos vehículos en solo unos años. Varias empresas automovilísticas extranjeras ya han firmado acuerdos para incorporar sus productos.

 
El plan de China para dominar el coche eléctrico empieza a dar frutos

 

Los grandes diseños chinos con los que el país intenta dominar el futuro de la energía limpia están consiguiendo unos resultados espectaculares. La semana pasada, el gigante de las baterías Contemporary Amperex Technology Ltd. (CATL) lanzó su oferta pública con la que recaudó casi 850 millones de euros. La empresa, cuyas acciones han aumentado de valor cada día desde entonces, utilizará estos fondos para financiar sus ambiciosos planes de expansión. Las nuevas fábricas de la compañía junto a otras instalaciones del país, podrían lograr que China produzca el 70 % de las baterías para vehículos eléctricos del mundo para 2021, según Bloomberg New Energy Finance (BNEF).

 

El rápido ascenso de CATL es, claramente, una de las recompensas que el país está obteniendo a cambio de sus iniciativas para reforzar su industria de baterías y de vehículos eléctricos, dos de los sectores más prometedores de la energía limpia. Dichas iniciativas están replicando la estrategia que China empleó con los paneles solares. Esta estrategia consiste en automatizar fuertemente la fabricación, asegurar las cadenas de suministro globales, obtener adquisiciones y licencias extranjeras; y ofrecer apoyos proteccionistas desde el Gobierno.

 

Aunque actualmente el mercado automotriz de China es el más grande del mundo, pero sus empresas solo venden una pequeña fracción de vehículos y componentes a nivel mundial. «China ve los vehículos eléctricos como la forma de afirmar su dominio global en la industria automotriz», señala el profesor de ingeniería mecánica de la Universidad Carnegie Mellon (EE. UU.) especializado en baterías Venkat Viswanathan. El experto añade: «Para que su plan funcione, necesitan escalarse, y ellos se escalan mejor que nadie».
 

Los esfuerzos de China también forman parte de un plan más amplio para reducir la contaminación atmosférica, satisfacer sus crecientes demandas de energía, convertirse en un país líder en la lucha contra el cambio climático y hacerse con el tipo de poder asociado al dominio del comercio global.

 

Las acciones de CATL subieron hasta el máximo permitido en cada uno de los primeros tres días de operaciones. Al final de las negociaciones, la compañía había alcanzado un valor de más de 11.000 millones de euros. Gracias a esta cantidad, ahora hay al menos tres nuevos multimillonarios en el mundo, incluido el fundador de CATL, Zeng Yuqun, quien en 2011 ya había lanzado con éxito la empresa Amperex Technology, especializada en fabricar baterías para dispositivos de consumo (la empresa no respondió a las preguntas de MIT Technology Review antes de la publicación de este artículo).

 

En los solo siete años que han pasado desde entonces, CATL ha construido las mayores instalaciones de fabricación de baterías de iones de litio del mundo, según BNEF. Con estas fábricas, la compañía tiene la capacidad de producir unos 17 gigavatios-hora de células de batería de ion de litio cada año, lo que la sitúa por delante de la compañía coreana LG Chem, la asociación entre Tesla y Panasonic y BYD, el gigante de vehículos eléctricos de China.

 

Gracias a la inversión recibida en su oferta pública, CATL planea construir otras dos nuevas plantas y expandir las instalaciones existentes, lo que podría aumentar su capacidad hasta los casi 90 gigavatios-hora anuales para 2020.

 
El coche eléctrico chino domina el mundo
 

¿Cómo ha conseguido CATL tener tanto éxito en tan poco tiempo? El factor clave son los generosos subsidios de China para los vehículos eléctricos producidos en su territorio, que en realidad solo se aplican cuando incluyen baterías fabricadas en China. Más recientemente, el país comenzó a condicionar el subsidio a una mayor densidad de energía, lo que llevó a los fabricantes a superar sus límites técnicos. Eso también aceleró el cambio a una nueva generación de baterías que contienen más níquel y menos cobalto, un metal cuya disponibilidad es cada vez menor.

 

«El enorme impulso en el rendimiento de estas baterías y las tecnologías que eligieron no habrían tenido lugar de otro modo», explica el jefe de análisis de almacenamiento de energía en BNEF, Logan Goldie-Scot.

 

Estos subsidios combinados con otros esfuerzos del Gobierno chino para alentar la consolidación, también ha ayudado a eliminar a actores menores y a construir el liderazgo de «campeones nacionales» de CATL y BYD. CATL también se ha ganado la fama de poner más esfuerzo y fondos para labores de I+D que sus rivales nacionales.

 

Es la única compañía china de baterías que ha logrado acuerdos para abastecer a fabricantes de automóviles extranjeros, entre los que destacan BMW, Honda, Nissan, Toyota y Volkswagen. Por lo general, las baterías chinas para vehículos eléctricos no solían recibir buenas críticas de rendimiento técnico, «estos acuerdos sugieren que la brecha se ha reducido significativamente», señala Goldie-Scot.

 

Pero aún hay algunos obstáculos en el camino de CATL, según un informe de investigación del BNEF emitido a raíz de la oferta pública. La empresa podría excederse y acabar con una capacidad de producción excesiva, y además, todavía tiene algunos competidores importantes. Por otro lado, China planea eliminar los subsidios para los fabricantes de baterías en 2020, lo que podría equilibrar las cosas para sus rivales extranjeros.

 

Tesla también está recortando agresivamente sus costes y ya tiene una nueva instalación planificada en China para aumentar su producción de sus células de iones de litio. Mientras tanto, otras regiones y naciones están considerando o estableciendo límites estrictos a los vehículos de gasolina, lo que atraerá a más competidores, inversores y clientes al sector del coche eléctrico (ver Reino Unido marca el fin de los coches contaminantes para 2040).

 

China está desarrollando su propio plan para ir prohibiendo paulatinamente la venta de nuevos vehículos con motor de combustión; ya se han establecido cuotas ambiciosas para la producción de vehículos eléctricos e híbridos. El BNEF pronostica que estas y otras políticas impulsarán las ventas de vehículos eléctricos en China hasta alcanzar los 2.500 millones de unidades en 2020, frente a las casi 800.000 que se vendieron en el país el año pasado. Este aumento en las ventas cuadruplicaría la demanda de baterías.

 

En este punto, CATL está perfectamente posicionado para beneficiarse de estas tendencias y dirigir su evolución. Viswanathan concluye: «Lo que están poniendo en la línea de producción va a cambiar por completo el panorama en cuanto coste y escala. A día de hoy, esto es, de lejos, una de las cosas más interesantes que están pasando en el mundo de las baterías».

 
Fuente: technologyreview.es

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