Innovadores menores de 35 – Jaime Martínez (México)
Su innovador sistema de financiación, propiedad y gestión de paneles solares está impulsando esta fuente de energía en México.
La energía solar no sólo es buena para el medio ambiente. Su capacidad de estructurarse en pequeñas instalaciones particulares a través de paneles solares sobre tejado rompe el modelo energético establecido, que depende de grandes infraestructuras de generación centralizada y redes de transporte, asociadas a pérdidas por el camino. Y es precisamente este doble beneficio, ambiental y social, el que ha motivado al joven Jaime Martínez para liderar el Proyecto Terra, una iniciativa innovadora y eficaz para introducir la energía solar fotovoltaica en México. Gracias a este proyecto, Martínez se ha convertido en uno de los ganadores de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2017 de MIT Technology Review en español.
La clave de Proyecto Terra estriba en su sistema de financiación único, que opera como una cartera de inversiones para empresas y particulares que desean adquirir paneles solares. Proyecto Terra no los posee, sólo se limita a instalarlos y gestionarlos. Y los propietarios de los tejados en los que se instalan tampoco son los dueños ni tienen que hacerse cargo de ningún gasto por ello, pero sí se benefician de la electricidad que generan a un precio reducido frente al que ofrecen las compañías tradicionales. El excedente de energía que se produce es vendido a través de la red eléctrica a las empresas que financian la instalación.
El objetivo de Martínez es «producir energía limpia y barata para todo el mundo». Y en México, este reto es más factible gracias a su enorme potencial solar. Además, dada la escasa penetración de crédito en el país, este sistema de financiación permite a la gente beneficiarse de la energía solar y obtener grandes ahorros en la factura de la luz sin invertir ni un solo peso ni firmar largos contratos. Los inversores que adquieren los sistemas ahorran en costes y mejoran en eficiencia al comprar la energía excedente del sistema a un precio muy bajo. Simultáneamente, se benefician de exenciones fiscales al obtener el certificado estatal de sostenibilidad, consiguiendo buenas rentabilidades combinadas finales.
El funcionamiento de esta empresa descansa sobre una potente base tecnológica: un sistema de algoritmos gestiona automáticamente la compraventa de energía, optimizando constantemente la rentabilidad generada. El revolucionario planteamiento respecto a la financiación ha permitido la instalación de una enorme cantidad de tejados solares que de otra forma no habría sido posible financiar. «El modelo de negocio es ideal para los países en vías de desarrollo, donde ni el estado ni los particulares, tienen la capacidad financiera para tomar la iniciativa y el suministro energético es inestable», afirma Martínez. Es un buen ejemplo de simbiosis inteligente, de interés mutuo, donde se benefician tanto el inversor como el cliente, y el estado ahorra en subvenciones energéticas.
En menos de dos años, Proyecto Terra ha conseguido una base de 15.000 clientes, la más alta del país, que obtienen reducciones de hasta el 50% en la factura de la luz. Para principios de 2018 esperan poder actuar en todo el territorio mexicano, y dar el salto a otros países de la región. Con un modelo de negocio tan sólido y escalable, aspiran a poder cubrir de paneles solares cualquier tejado del mundo durante la próxima década. El fundador comenta orgulloso: «Nuestro rápido ritmo de crecimiento nos sitúa más cerca del modelo de las empresas tecnológicas de la llamada economía colaborativa que del de una empresa energética convencional».
Para el director de la agencia de desarrollo económico en EDF, Alain Picasso, miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2017, «el proyecto tiene un alto potencial, al ser multidimensional y proponer una solución integral para la cuestión del suministro de electricidad renovable».
Fuente: technologyreview.es