Artículos Técnicos

Las líneas de 33kV en KUWAIT

Artículo realizado por INDUCOR INGENIERIA SA, gracias por compartir esta información.

Cuando trabajamos en los campos de extracción de petróleo de Kuwait (Mesopotamia – Golfo Pérsico), contratados en varias oportunidades para determinar la causa raíz de sucesivas fallas en terminales de media tensión (33kV); más allá de haber podido establecerla rápidamente, mediante la aplicación de técnicas de DP por ultrasonido direccional, nos llamó la atención dos cosas muy particulares, que quisiéramos compartir.

Las líneas de 33kV, poseen un sobredimensionamiento mecánico-estructural de sus torres, compatible con líneas de transmisión de tensiones muy superiores, y con aisladores de 5 y hasta 7 elementos. Toda esta holgura y sobreprecio, tiene su origen en la extrema agresividad del entorno: desierto – erosión constante – radiación solar (Indice UV:11 # 950W/m2), temperaturas que llegan a los 48°C, y a una amplia variación térmica de hasta 4°C en las noches.

Todo este entorno, con dilataciones y contracciones de los materiales, logra producir primero, un agrietamiento en las aislaciones del tipo elastómeros-termoplásticos de las terminaciones premoldeadas, y luego, cuando llega la época de lluvias (enero), el ingreso de agua comienza el ya conocido proceso de degradación y falla final.
Para identificarlas, solo fue necesario el uso de un clásico detector direccional de descargas (coronas), al que le hemos adosado «caseramente», un tubo plástico para mejorar esa direccionalidad, y subirnos a un hidroelevador.
Así hemos detectado más de 70 terminaciones en etapa pre-falla, que luego, para confirmar la hipótesis, fueron llevadas a laboratorio para determinar los distintos grados de evolución en su degradación, conforme a su antigüedad y calidad de material.

Pero el dato mas curioso, y nada que ver con el tema eléctrico, ha sido la presencia de pequeñas lagartijas que se encontraban “pinchadas” en el extremo afilado de las varillas metálicas, utilizadas para formar las rejas de protección de esas torres.
La explicación de los kuwaitíes fue algo así (en su idioma): “La naturaleza siempre tiende a subsistir, valiéndose aún de lo que el hombre construya o destruya”.
Lo cierto, es que supimos que las aves, que se alimentan de esos pequeños reptiles, sus patas sufren con la arena extremadamente caliente, entonces, cuando la oportunidad se presenta, y aún sin hambre, mediante un vuelo rasante capturan a sus presas y las dejan “pinchadas”, valiéndose de esos filos o púas, asegurando su inmovilidad, tanto sea para comerlas de a poco mediante revoloteo, o para almacenarlas y disfrutar mas tarde de su cena.

Volviendo al tema de las fallas en las terminaciones, creemos que será un tema con el que deberán aprender a convivir, hasta tanto la tecnología les regale un nuevo avance. Después de todo, la Mesopotamia ha sido considerada la «cuna de la civilización», por los muchos inventos e innovaciones que aparecieron por primera en esa región, desde el 10.000 a.C.

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