Medidores Inteligentes: lecciones aprendidas y retos para Perú – Parte1
- Introducción
Los efectos de contar con medidores inteligentes (MI) en nuestro país, a nivel macroeconómico, se traducirían en impactos positivos en eficiencia energética y disminución de gases de efecto invernadero. A nivel microeconómico, se contribuiría con la mejora en la confiabilidad del suministro de energía y con la reducción en los costos operativos de los proveedores de servicios públicos. Sin embargo, el gobierno ha anunciado planes para adoptar medidores inteligentes en todo el país, la implementación de los mismos se encuentra aún en una etapa inicial. Además, aún no se cuenta con un plan detallado para la implementación de estos dispositivos; además, no existe claridad respecto de cómo se abordarán los desafíos técnicos y de aceptación por parte de proveedores y usuarios finales. La experiencia internacional nos muestra que países pioneros como el Reino Unido han enfrentado desafíos debido a problemas técnicos, de retrasos y preocupaciones en el uso de datos personales; mientras que en el caso de Francia la oposición fue de las municipalidades. Bajo este conjunto de ideas, se invita al lector a revisar el presente informe pues expone la adopción de un cambio tecnológico, medidores inteligentes. Adopción que generaría ganancias tanto a consumidores
como a proveedores; sin embargo, el conjunto de desafíos enfrentados por países pioneros, dejan un conjunto de lecciones a tomar en cuenta en el proceso de adopción para nuestro país.
2. Definiciones y aplicaciones de los medidores inteligentes en el sector energético
Recuadro 1: Medidores Inteligentes: definición, costos y beneficios
Los medidores inteligentes (MI) constituyen una herramienta innovadora para regular y monitorear la red eléctrica (Gungor et al., 2011). Estos medidores participan en el proceso de digitalización de las interacciones de los agentes operando en un entorno empresarial que puede ser desafiado por el desarrollo de redes inteligentes (Marvin et al., 1999). Además, modifica la toma de decisiones y los hábitos de consumo de los usuarios y es un elemento clave para la transición hacia energías renovables intermitentes.
Los MI se caracterizan porque miden con precisión el consumo de electricidad, agua o gas en tiempo real; comunican datos con una mayor frecuencia, y permiten la comunicación bidireccional entre el consumidor y el proveedor.
Al ser un elemento disruptivo en las operaciones de los servicios públicos, su implementación requiere considerar sus beneficios y costos para una correcta y realista planificación. En este sentido, algunos países europeos ya están comenzando una segunda implementación a gran escala de medidores inteligentes; mientras que, en otros ha habido una fuerte resistencia a los nuevos medidores (por ejemplo, en el Reino Unido; Sovacool et al., 2017; Balta-Ozkan et al., 2014), lo que a veces ha provocado que su implementación se restrinja a grandes consumidores.
El siguiente cuadro recoge los beneficios y costos considerados dentro de la experiencia internacional.
Es importante tener en cuenta que los beneficios y costos de la implementación de medidores inteligentes pueden variar según el contexto. Es fundamental realizar una evaluación detallada de los beneficios y costos específicos antes de implementar medidores inteligentes a gran escala. Es por esto que se deben considerar diferentes escenarios que pueden influir en los resultados de la implementación, como la tasa de adopción de los consumidores, la adopción de tarifas horarias y otros factores importantes. En este sentido, se hace necesario realizar un análisis de sensibilidad que permita tener en cuenta los diferentes escenarios que pueden aparecer.
3. Experiencias internacionales en la implementación de medidores inteligentes
Se ha elegido la experiencia de Reino Unido y Francia en cuanto al despliegue de medidores inteligentes debido a que ambos países han llevado a cabo una campaña masiva de implementación de esta tecnología en su sistema energético. La implementación de esta tecnología en ambos países ha permitido la observación de valiosa experiencia en cuanto a la gestión de su implementación y la identificación de obstáculos. Por lo tanto, conocer la experiencia de otros países en la implementación de esta tecnología puede ser útil para identificar las mejores prácticas y las estrategias más efectivas para llevar a cabo un proceso de implementación exitoso.
3.1 Caso de Reino Unido
En 2008, el gobierno británico anunció el objetivo político de migrar al uso de medidores inteligentes, incluidos los dispositivos de visualización (Internal Home Display, In-Home Display o IHD), en todos los hogares para el 2020. Con el fin de cumplir con dicho objetivo, en Reino Unido se constituyó el Programa de Implementación de medidores inteligentes (SMIP, Smart Meters Implementation Program). El cual sentó las bases legales para la instalación de un medidor inteligente de electricidad y gas natural en todos los hogares y pequeñas empresas dando como consecuencia la instalación de 104 millones de equipos nuevos, monitores de pantalla en el hogar y redes de comunicaciones inalámbricas.
a) Evolución en la adopción de medidores inteligentes
La migración hacia estos medidores muestra un patrón de evolución de lento crecimiento en los primeros tres años, para luego mostrar un crecimiento importante a partir del 2016, año en el cual empezó a operar la Compañía de Comunicación y Datos (CCD) ofreciendo su servicio que agilizó la expansión y uso de los medidores inteligentes (BEIS, 2019), aunque con un bache entre el 2019 y 2020 como consecuencia del Covid 19. El número de medidores inteligentes operativos a finales del 2021 alcanzó la cifra de 22 millones, lo que representa el 42% del total del parque de medidores domésticos (ver ilustración 1).
La adopción de medidores inteligentes al 2020 se mostró diferenciada entre países europeos, existiendo zonas en donde el porcentaje de migración superó el 90% como Italia y España, mientras que en otras zonas apenas llegó al 20% como en Alemania. El Reino Unido se encontró en el rango de 20 y 50% (ver ilustración 2).
Sovacool et al (2017) indicaron que el costo total combinado esperado se calculó en, al menos, £11 000 millones (USD 14583 millones), o más de £200 por hogar (USD 265 por hogar). Lewis y Kerr (2014) argumentaron que el SMIP involucró una serie de costos más complejos que lo convirtieron en el más grande proyecto de tecnología de la información gestionado en la historia del Reino Unido.
b) Impactos económicos y ambientales en la implementación de medidores inteligentes
BEIS (2019) realizó un análisis costo-beneficio (ACB), concluyendo que a partir de 2028 el SMIP estaría generando un beneficio neto de £1200 millones cada año (USD 1591 millones cada año). El cuadro 1 muestra los componentes considerados para el periodo 2013-2034 que dieron como resultado un beneficio neto, en valor presente de 2019, de £5977 millones (USD 7924 millones).
i. Económicos
Los beneficios económicos tienen varias fuentes, las cuales de desagregan en el cuadro 2.
Con respecto a los beneficios del consumidor, el BEIS (2019) explica que los ahorros de energía están relacionados a los cambios de patrones de consumo de los usuarios. Hay cuatro formas por las cuales se pueden generar estos cambios: i) retroalimentación directa, datos de consumo en tiempo real a través de In-Home Displays ofrecidos en hogares que usan medidores inteligentes (ver ilustración 3), smartphones, servicios en línea u otras plataformas; ii) retroalimentación indirecta, que se muestran como datos agregados o en tiempo no real, por ejemplo, facturas
precisas e información histórica o comparativa sobre las facturas; iii) asesoramiento y orientación sobre energía y reducción de energía, por ejemplo, consejos que los instaladores deben ofrecer durante las instalaciones o aplicaciones y servicios que pueden ayudar a interpretar los datos y apuntar hacia mejores opciones; y, iv) campañas de motivación: diseñadas para aumentar la alfabetización energética y la motivación para reducir el consumo de energía.
En relación al ahorro de tiempo, se consideró aquel que dedican los consumidores a la lectura de medidores radicionales, el momento que dedican los consumidores a enviar sus lecturas a su proveedor de energía, el tiempo que los consumidores de prepago dedican a viajar a su tienda local para recargar su clave de prepago y el tiempo dedicado al contacto con su proveedor de energía para consultar una factura o presentar una queja o reclamo.
Por el lado del productor, los principales beneficios vienen del ahorro generado por las visitas evitadas a los clientes durante el proceso de lectura de consumo en medidores convencionales; la reducción de costos cuando el cliente realice cambios de proveedor, los MI y las operaciones de la Compañía de Datos y Comunicación (CDC) simplificarán los procesos de cambios de los clientes al facilitar la información y centralizarla; la reducción de llamadas de clientes para consultar sobre sus facturaciones en los casos donde se hayan realizado estimaciones de consumo de determinado periodo; y, el ahorro de dejar de operar medidores prepago, los cuales implican mayores costos de adquisición, administración y mantenimiento.
Los beneficios relacionados a los cambios de la demanda guardan referencia a los consumos que pasan de horas pico hacia horas valle o de bajo consumo, bloques en donde la producción de la energía es más barata.
Finalmente, los beneficios en la red se darían mediante las inversiones mejor informadas por parte de los Operadores de Redes de Distribución, quienes contarán con datos suficientes para mejorar la infraestructura y responder de una forma más rápida ante interrupciones del suministro eléctrico o de gas.
ii. Ambientales
La reducción de la emisión de carbono, por la sustitución de combustibles fósiles, es otro de los beneficios que traen los medidores inteligentes. Se estima una reducción de 11.2 millones de toneladas en las emisiones de carbono comercializadas, lo que representa un beneficio monetario cercano a £320 millones de 2019. Para el gas, el valor de los ahorros de carbono a partir de una reducción en el consumo de gas estima una reducción de las emisiones de carbono no comercializadas de 23.2 millones de toneladas, equivalente a un beneficio monetario de aproximadamente £1300 millones (USD 1723 millones) de 2019.
Con respecto a la calidad del aire, se estima un beneficio a partir de la reducción de la emisión de contaminantes como resultado del ahorro de energía. Los beneficios que generarán de valor, aproximadamente, llegan a £390 millones (USD 517 millones) del 2019.
iii. Sociales
Los beneficios sociales de la implementación de los medidores inteligentes comprenden beneficios que no son cuantificables fácilmente. Así, la ilustración 4 presenta estos beneficios que apuntan a reflejar un sector energético más seguro, fiable y dinámico.
De este grupo de beneficios, la posibilidad de tener un mercado más competitivo apoyado en información real permitirá empoderar al ciudadano y promover la entrada y mejora de los operadores del segmento de distribución y comercialización eléctrica.
Pese a toda esta cantidad de beneficios, y observando que el beneficio año tras año crecerá, debemos tener en cuenta que también se presentarán obstáculos que podrían ralentizar el proceso de masificación del uso de MI, tal como fue, el impacto del Covid 19 sobre la cantidad de MI instalados en 2020.
c) Obstáculos en la implementación de medidores inteligentes
i. Vulnerabilidad y pobreza
El problema de la vulnerabilidad se hace evidente en el informe del Department of Energy and Climate Change en 2015, el cual concluye que los consumidores de grupos vulnerables «sean probablemente los que necesiten más ayuda si quieren obtener todos los beneficios de la tecnología de medición inteligente”.
Citizens Advice (2017) expresó similar preocupación en un informe que criticaba al SMIP por sus impactos negativos en las personas mayores y hogares de bajos ingresos, particularmente, aquellos sin educación formal, que no hablan inglés como lengua materna, o que poseen una enfermedad de larga duración.
ii. Resistencia y ambivalencia del consumidor
Los dispositivos visuales no dieron ejemplos significativos de cambio de comportamiento o reconfiguraciones del consumo de manera que se ahorra energía significativamente, es decir, fue visto como intrascendente.
Los participantes sintieron que se imponía una carga significativa sobre los hogares para asumir la responsabilidad de la reducción de carbono en comparación con otros actores como la industria o el gobierno.
Además, en el proceso de implementación masiva de medidores inteligentes se identificó una aversión a brindar datos personales por parte de los usuarios. En consecuencia, la gestión de datos se convirtió en un aspecto relevante (Olivares-Rojas et al., 2019; Zhang et al., 2019).
iii. Otros obstáculos
Los medios de comunicación señalaron casos de usuarios con dificultades de interconexión post lanzamiento de la primera fase. Los medidores disponibles en 2014 no funcionaban en un tercio de los hogares británicos, incluidas las edificaciones de gran altura, sótanos y zonas rurales. En lugar de seleccionar el Wifi o Bluetooth con estándares más habituales, el Reino Unido eligió un sistema menos conocido llamado ZigBee que no funciona bien en bloques de gran altura, porque los medidores tienden a estar ubicados en los sótanos y tiene dificultad con las paredes más gruesas.
Continuaremos con el artículo en un siguiente post.
Fuente: cdn.www.gob.pe