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Avances y estrategias de Ecuador para alcanzar el acceso universal al 2030

Cincuenta años atrás el desarrollo de la electrificación rural y urbano marginal en Ecuador apenas superaba el 50%. Prácticamente la mitad de las viviendas habitadas, unas 600 mil, no contaban con servicio eléctrico normalizado. Además, en esos años, las mejoras en cobertura eléctrica en el país implicaban grandes desafíos financieros, por ejemplo, para desarrollo de nuevas fuentes de generación, juntamente con incorporación de infraestructura para transporte de la energía hasta los lugares de consumo.

Sin embargo, en los últimos 20 años el país ha invertido en el sector eléctrico más de 14 mil millones de dólares en aumento de fuentes de generación, transformación y en distribución de la energía eléctrica. Desde el punto de vista de la oferta de energía, el sector está respaldado y, además, cuenta con fuentes de energía de origen hídrico.

Cobertura eléctrica en aumento
Producto de permanentes esfuerzos financieros por parte del Estado, Ecuador ha logrado disminuir significativamente la brecha de cobertura de servicio eléctrico existente en la década de los 70. Como se destaca en la gráfica siguiente, al 2019 más del 97% de las viviendas cuenten con servicio eléctrico continuo. A pesar de estos avances, aún existen unas 150 mil viviendas pendientes de servicio eléctrico normalizado.

FuenteHub de Energía

La planificación a mediano plazo, prevista por el Ministerio de Energía para el periodo 2018-2027, incluye una senda de reducción de la actual brecha de cobertura, que se aproxima a 98%. No obstante, el país puede empezar a estructurar programas y proyectos que le permitan alcanzar el 100% de cobertura al 2030 para cumplir con las metas establecidas por el Objetivo de Desarrollo Sostenible No.7 de las Naciones Unidas.

Para atender este desafío es importante avanzar con los programas de electrificación en viviendas ubicadas en zonas aún no cuentan con este servicio como desarrollos habitacionales no regulados, asentados tanto en sectores rurales y en zonas urbano marginales.

Un círculo virtuoso que favorece a familias de escasos recursos
Ecuador cuenta con un programa para electrificar viviendas en zonas vulnerables. En el marco de este programa, una vez formalizada la identificación de estas viviendas, con origen en autodesarrollo habitacional, se avanza en la incorporación de servicio eléctrico normalizado.

El BID ha contribuido con financiamiento por U$123.5 millones de dólares en los últimos 10 años. No obstante, la demanda por el servicio eléctrico de nuevas viviendas sigue aumentando en el país lo que presenta un reto para lograr la meta de acceso universal.

El suministro eléctrico pilar de emprendimientos y sostenibilidad ambiental y enfoque de género

En las zonas rurales carentes de servicio eléctrico en Ecuador se presentan dos tipos de proyectos a ser considerados en un programa de acceso universal:

  • Viviendas pasibles de conectar al sistema nacional de distribución y;
  • Viviendas individuales o en núcleos poblados ubicadas en zonas aisladas que asocian soluciones a base de generación de energía independiente o centralizada;

La oferta del servicio eléctrico por medio del programa de electrificación rural y urbano marginal cumple un rol relevante para el Estado ecuatoriano, al aplicar a familias de escasos recursos. Por tanto, es relevante el efecto facilitador que ello constituye para inicio de emprendimientos productivos por parte de miembros de la comunidad.Las mujeres cumplen un rol fundamental en el proceso de materialización de los beneficios de este tipo de proyectos. Por ejemplo, los emprendimientos productivos, las microempresas, -como las que muestran las imágenes siguientes- en donde las mujeres son grandes beneficiarias de estos proyectos y juegan un papel clave en la economía rural productivos.

Nuevos desafíos para el país
El Gobierno del Ecuador, por medio del Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables (MERNNR), está en proceso de impulsar una política y programas de Acceso Universal a las Electricidad al 2030, desarrollando la electrificación rural y urbano marginal, e incorporando objetivos y presupuesto en el Plan Maestro de Electrificación (PME).

Los objetivos previstos hacia el año 2027 postulan alcanzar como una meta intermedia un 97.99% de cobertura nacional, con lo cual nuevas agrupaciones de familias experimentarán mejoras en su calidad de vida al contar con suministro eléctrico.

Un desafío es la adecuada identificación de las familias sin acceso en las zonas rurales. Además, es necesario mantener los esfuerzos para el ritmo de inversión a la medida del crecimiento poblacional y el desarrollo de las económicas rurales y atender entre otros grupos poblacionales los nuevos migrantes hacia las zonas rurales.

El rol de la mujer en el uso de la electricidad para usos productivos es determinante para seguir avanzando en la sostenibilidad de las iniciativas específicas.

En el BID continuaremos apoyando los esfuerzos del Gobierno de Ecuador a nivel de asistencia técnica y financiamiento para poder lograr la ansiada meta de acceso universal al 2030.

Igualmente, el esfuerzo por normalizar el servicio, en particular de las comunidades que habitan sectores urbano marginales, tiene como contrapartida, resolver afectaciones a la calidad de servicio en el entorno de estos barrios, debido a los “enganches informales a la red eléctrica cercana”, que además generan pérdidas comerciales para las empresas eléctricas, por consumos no medidos de electricidad, que en algunas operaciones superaban el 40%.

Fuente: blogs.iadb.org

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