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Adán Ramírez: Sus paneles solares biológicos producen energía y oxígeno mientras absorben dióxido de carbono y podrían ayudar a colonizar Marte

El consumo de energía, ya sea industrial o doméstico, representa con mucho la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero responsable del calentamiento global: en torno a dos tercios de las emisiones mundiales están asociadas a la quema de combustibles fósiles para calefacción, electricidad, transporte e industria, según la Agencia Internacional de la Energía. A su vez, el cambio climático amenaza la producción de energía renovable por sus efectos negativos a las dinámicas naturales necesarias para la generación de energía hidroeléctrica.

El joven biotecnológo mexicano Adán Ramírez descubrió en las algas una posible solución a ambos problemas. Su empresa, GreenFluidics, fabrica paneles solares inteligentes compuestos por microalgas y nanofluidos que generan oxígeno y energía mientras absorben dióxido de carbono a partir de la radiación solar. Esta iniciativa le amerita convertirse en uno de los Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2019 de MIT Technology Review en español.

La fotosíntesis es el proceso natural por el que plantas, algas y algunas bacterias producen energía y materia orgánica a partir de la luz del Sol y el dióxido de carbono del aire. También es la base de los biopaneles solares inteligentes que combinan tecnología y naturaleza desarrollados por Ramírez. Los biopaneles también producen biomasa que puede utilizarse como fertilizante y otros productos aprovechables producidos por las microalgas, lo que permite contribuir a la economía circular.

Su panel tiene una geometría triangular y un color verde semitransparente, por lo que, a diferencia de otros paneles solares, «incluso se puede colocar en ventanas» a diferencia del resto de paneles solares, explica Ramírez. Y añade: «Queremos que los edificios estén oxigenados y [que nuestros paneles] puedan limpiar el aire mientras generan energía». Además, otro de los objetivos de los paneles de GreenFluidics consiste en descentralizar la producción de energía. En este sentido, el biotecnólogo añade: «Esta tecnología es única en el mundo y se puede usar para tener tus propios cultivos en el techo de tu casa».

Ramírez define a GreenFluidics como la primera empresa de biotecnología espacial de México. El joven explica: «Buscamos conectar el espacio con la Tierra a través de la tecnología que desarrollamos». Su objetivo es que sus biopaneles sean utilizados en futuras colonizaciones espaciales, ya que, además de energía, también producen oxígeno de forma segura. Además, la propia biomasa de las algas podría convertirse en alimento para los astronautas, añade Ramírez.

A la investigadora del Laboratorio de Nanoscopías y Fisicoquímica de Superficies del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (Argentina) María Elena Vela, miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2019, valora principalmente la juventud de Ramírez para aportar «una gran energía y entusiasmo al proyecto».

Fuente: technologyreview.es

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