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Los Países deben de acelerar la energía Eólica Marina

Que la energía eólica es la principal alternativa renovable a las energías tradicionales, junto con la energía solar, es de todos conocida.


La energía eólica está consiguiendo avances importantes, traducidos en incrementar la potencia de los aerogeneradores, principalmente en los aerogeneradores que desarrollan su actividad en mar abierto.

En un informe de BBVA Research (“Renovables: la respuesta está en el viento”),se detalla que con la mejora de la eficiencia de las turbinas eólicas se podría aumentar este porcentaje hasta el 20% en el año 2040, aumentando la capacidad de los parques, actuales y nuevos, en 2.200 GW.Vestas y la japonesa Mitsubishi en colaboración, en la empresa participada por ambas Mhivestasoffshore, han desarrollado un prototipo de aerogenerador de 9 MWh, capaz de producir en un día 216.000 KW, energía equivalente a la que consumiría un hogar medio estadounidense en 20 años, o un español medio en 30 años.

Las medidas del nuevo aerogenerador son: 220 metros de altura, rotor sobre el que giran sus palas de 83 metros, con un peso de 38.000 kilos. Es un avance sobre el modelo similar de Siemens de 8 MW.

La importancia de los aerogeneradores viene marcada tanto en los avances que se vienen desarrollando día a día como en el uso de recursos naturales no contaminantes, el aire, tanto en tierra como en el mar.

Los aerogeneradores instalados en tierra fueron los primeros, y por supuesto los de menor capacidad de generación y en consecuencia menor impacto ambiental en determinados lugares. Estos aerogeneradores, gigantes, así como los próximos que vengan, están indicados para instalarse en el mar.

De media, la velocidad del viento sobre el mar es un 70% superior al de tierra. No existen los obstáculos naturales o artificiales, por lo que el aprovechamiento del viento es total.

La energía eólica obtenida de los mares podría ser suficiente para abastecer a todo el planeta, incluso en la relativa calma del verano. Con la utilización sistemática de tres millones de kilómetros cuadrados sería suficiente. Es la conclusión de un estudio de la universidad de Stanford, liderado por Anna Possner y KenCaldeira.

El problema es que la instalación de este ingente número de turbinas podría provocar el mismo problema que se intenta evitar con las energías renovables: la falta de viento no enfriaría suficientemente los polos, como consecuencia el deshielo de los polos y el aumento del nivel del mar.

Pero estamos hablando de un caso extremo y posiblemente poco realista. El mensaje es que la energía eólica en mares abiertos tiene un gran potencial y que habría que ir pensando en cómo almacenar esa energía y transferirla a los continentes.

De hecho se está intentando que en los países bálticos se acelere la instalación de parques marinos. Por algo será.

Fuente: www.eldiariodelaenergia.com

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