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Por qué un buen correctivo ayuda a mejorar el mantenimiento preventivo

Aunque el título parezca contradictorio, vamos a explicarle por qué haciendo un buen mantenimiento correctivo (reparar las averías según van apareciendo) se consigue realmente implantar un buen sistema de mantenimiento preventivo (acciones programadas que se hacen para evitar la avería antes de que aparezca).

 

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Cómo hacer un buen mantenimiento correctivo

 

Es cierto que el correctivo es el hermano malo en la familia del mantenimiento, porque puede ser producto del del fracaso de los demás tipos.

 

Una avería aparece cuando no ha podido ser predicha ni prevenida.

 

Sin embargo, en un mundo real, las averías existen, y mucho más de lo deseado.

 

Se puede ser optimista, y ver las averías como oportunidades de mejorar los mantenimientos programados.

 

Una avería proporciona una gran cantidad de información útil, que si se aprovecha bien, supondrá un claro avance.

 

Esa es la clave, la información y su tratamiento.

 

No importa si trabajas con un buen sistema GMAO o con un cuaderno de papel (bueno, sí que importa, pero el concepto es el mismo).

 

Esta es la información que considero más relevante obtener y trabajar en cada avería:

 

  • Información sobre los trabajos realizados: Fecha, acciones, materiales utilizados, personas que han intervenido, tiempos, etc.
  • Análisis de la causa: Cuál ha sido la causa inicial de la avería, factores secundarios que han ayudado a materializarse, etc.
  • Medidas recomendadas: Qué acciones podrían evitar que se repita la avería, que ayudarían a retrasarla, o minimizarían sus efectos negativos.
  • Análisis de riesgos: Qué daños ha causado la avería, y los riesgos potenciales, tanto para la seguridad como para la operatividad (como paradas de producción o efectos en la calidad).
  • Coste económico: Es importante saber qué gasto ha supuesto para la empresa cada avería.

 

Además, es mejor guardar un registro de todas las intervenciones, de forma que puedan relacionarse y consultarse con facilidad, de ahí la importancia de un sistema de bases de datos, como un software GMAO. ¿No sabes lo que es un GMAO? Pues no es nada más que un software de Gestión del Mantenimiento Asistida por Ordenador. Puedes ver el ejemplo de FidesGeM, la aplicación de Fidestec pensada para pequeñas empresas.

 

También puede ser interesante apuntar, en el apartado de medidas recomendadas, todo lo que tenga que ver con la previsión de repuestos, útiles especiales y medidas de seguridad adoptadas.

 

Es posible que durante la avería, hayamos tenido que buscar un repuesto que no teníamos disponible, o una herramienta especial, alargando la parada. De esta intervención podemos detectar la necesidad de contar con un determinado stock por si se repite la operación.

 

Para los más escépticos, puede parecer que ponerse a recopilar datos en cada avería supone una pérdida de tiempo que no está justificada, porque lo importante es que la máquina afectada arranque lo antes posible.

 

Cada vez es más fácil recoger esta información. De hecho, es suficiente con tomar algunas fotografías y hacer algunas anotaciones durante la intervención, que pueden procesarse posteriormente, cuando la producción ha sido restablecida.

 

Yo utilizo esta plantilla para anotaciones a pie de máquina. Así no olvido los datos más importantes, y después relleno un informe en el taller.

 

Es importante que anotes los datos definitivos de tal forma que sean entendidos por cualquiera. No se trata solo de apuntes para ti mismo.

 

Incluso aunque tú seas el único que los vaya a utilizar en el futuro, debes escribir de forma clara, porque es posible que debas releerlo al cabo de varios años, y ya no recordarás los detalles. Por eso debes redactar como si lo fueses a entregar a alguien que no conoce esa máquina.

 

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Mejorar el mantenimiento preventivo con los datos obtenidos de las acciones correctivas

 

A estas alturas ya habrás deducido cómo ayuda el correctivo a mejorar el preventivo.

 

Efectivamente, a partir de las medidas recomendadas se pueden generar procedimientos preventivos.

 

Se puede conocer la vida útil real de un elemento, puesto que hemos visto cómo y cuándo se ha roto. Aún así, es conveniente tener en cuenta el margen de error, porque las piezas no se rompen al mismo tiempo.

 

Es más fácil asignar un período de repetición fiable, porque ya partimos de unos datos reales.

 

Conocemos los efectos que ha provocado, y así podemos valorar correctamente el costede la intervención, tanto económico, como en daños y efectos en la producción.

 

Lógicamente, si sabemos los efectos, podremos valorar mejor la necesidad de prevenir la avería.

 

Esto ayuda enormemente a concienciar a todas las partes de la importancia de un buen mantenimiento preventivo.

 

Es muy común (lamentablemente) en el mundo del mantenimiento, que alguna de las partes de la empresa no deje de “poner palos en las ruedas”, simplemente por la falta de pedagogía.

 

Explicar que el mantenimiento preventivo es importante para la empresa, que no es un gasto sino una inversión, puede parecer una venta de humo.

 

Todavía hay quien piensa que los técnicos “vendemos la moto” del mantenimiento preventivo para trabajar con menos presión, porque preferimos cobrar por cambiar aceite y lubricar cadenas, en vez de estar debajo de una máquina con la cara llena de grasa.

 

Sin embargo, al tener ejemplos reales, que todo el mundo puede entender, podemos justificarlo perfectamente:

 

  • Qué ha ocurrido y qué coste ha supuesto, tanto en coste económico (materiales, horas de trabajo…) como en pérdida de producción, y aún más importante, en pérdida de calidad (retrasos en las entregas a los clientes, productos defectuosos…).Es la calidad, es decir la satisfacción del cliente, la que hace que una empresa crezca o acabe desapareciendo.
  • Cuánto costaría prevenirlo. El mantenimiento preventivo no es barato, porque hay que realizar operaciones que podrían omitirse. Hay que dedicar personal, materiales, paradas de producción programadas, etc.
  • Qué resultado obtendríamos al prevenirlo. Podemos comparar los tiempos de parada, el coste económico de cada opción, y cómo se evitan más riesgos. A partir de ahí, tendremos un resultado basado en datos tangibles. Sin embargo, debemos analizar con mucho cuidado los efectos en la calidad, porque aunque prevenir la avería sea más caro que repararla, si con ello mejoramos la atención al cliente, estamos invirtiendo también en una acción comercial. Puede parecer algo secundario, pero las empresas invierten mucho dinero y personal en captar nuevos clientes, pero está demostrado por diversos estudios de marketing, que es más rentable invertir en obtener más ingresos de los clientes que ya tenemos, que en buscar nuevos. Por eso es muy importante que los clientes de la empresa estén satisfechos, y no sufran retrasos en sus pedidos, o reciban productos defectuosos. Si esto ocurriese a menudo, acabarían buscando proveedores más fiables.

 

Hay otro factor importante que hace que un mejor correctivo ayude a mejorar el preventivo.

 

Al reducir las averías aplicando medidas preventivas, los técnicos tienen más tiempo efectivo para dedicar a las acciones programadas, de forma que el sistema preventivo se ve reforzado rápidamente.

 

Como resultado, la empresa va pasando poco a poco de una política correctiva a otra preventiva, sin necesidad de invertir en aumentar la plantilla ni comprar software muy caro, más allá de lo necesario.

 

Los comienzos son duros

 

Cuando empiezas con un sistema de recopilación de datos, es difícil mantener la motivación.

 

Durante los primeros meses no ves ningún resultado.

 

Parece que el trabajo extra que estás haciendo no sirve de mucho, y te hace perder mucho tiempo.

Además, vas cometiendo errores, olvidando anotar algún dato importante.

 

Poco a poco, cuando vas adquiriendo el hábito, cada vez le dedicas menos tiempo.

 

Cuando una avería se repite y consultas la información de intervenciones anteriores, las soluciones definitivas aparecen por sí mismas.

 

Al aplicar esta información en soluciones reales, te das cuenta de su verdadera utilidad, y eso te anima a seguir adelante.

 

Vas aplicando correcciones que te ayudan a optimizar el sistema, y te vas dando cuenta, y también el resto de la empresa, de que realmente merece la pena.

 

Al cabo de un tiempo, los recursos invertidos en la gestión de la información quedan compensados por la reducción evidente de averías.

 

¿Y tú, recopilas los datos de las reparaciones?

 

Deja tu comentario más abajo, comentando cómo lo estás haciendo. ¿Intentas recoger los datos de las reparaciones? ¿Aplicas lo aprendido para prevenir las averías?

 

Fuente: fidestec.com

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