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La energía eólica marina: cara, pero políticamente popular

La aprobación del Cape Wind podría ser una bendición para los proyectos de energía eólica marina.

El permiso ambiental concedido la semana pasada por el proyecto energético Cape Wind no es el último obstáculo con el que se enfrenta la granja eólica marina más avanzada propuesta en los Estados Unidos. Sin embargo, los desarrolladores y analistas de tecnología eólica expresan confianza en que el proyecto de energía eólica marina que ya tiene nueve años será construido y que antes del 2020 se podrán encontrar varios del mismo tipo en múltiples puntos de las aguas costeras de EE.UU.

El impulso hacia la energía eólica marina, sin embargo, podría estar controlado más por la política que por razones energéticas o económicas. Los parques eólicos marinos pueden costar hasta el doble de las instalaciones eólicas terrestres, pero ofrecen a los líderes políticos de los estados densamente poblados de la costa de los EE.UU. una fuente de energía local, alternativa al petróleo y el gas. «Ellos quieren que su energía sea local. Quieren que sea cosechada dentro de su propio estado. Por primera vez se puede concebir esa posibilidad», señala Walt Musial, quien dirige las actividades de investigación de la energía eólica marina para el Laboratorio Nacional de Energía Renovable del Departamento de Energía de los EE.UU. en Golden, Colorado.

Los análisis de Musial muestran que los 28 estados costeros de EE.UU. consumen el 78 por ciento de la electricidad del país, pero sólo seis podrían satisfacer hasta una quinta parte de su demanda energética con energía eólica terrestre—la fuente de energía que crece más rápidamente. Si se añadir el potencial de la energía eólica marina, sin embargo, ese número salta a 26 estados; para muchos podría representar el 100 por ciento de la demanda de energía. No obstante el logro de una economía favorable será difícil.

Actualmente, el máximo reto de Cape Wind es conseguir un contrato con una empresa eléctrica. El demostrar que tiene un comprador interesado y un precio para su energía es un requisito previo para despejar el siguiente obstáculo, que es conseguir los cerca de 2 mil millones de dólares en financiamiento que son probablemente necesarios para construir el proyecto de 130 turbinas y 468 megavatios. Cape Wind y la empresa de servicios públicos National Grid afirman que están negociando un acuerdo.

La dificultad es que la energía eólica marina es cara en comparación con la energía eólica terrestre, la mejor alternativa por la que las empresas de servicios públicos cumplen las normas de cartera de renovables. Actualmente, la energía eólica terrestre cuesta cerca de cinco centavos de dólar por kilovatio-hora, mientras que Musial afirma que el coste de la energía eólica marina comienza a partir de nueve centavos de dólar por kilovatio-hora para los mejores proyectos europeos y puede subir hasta 25 centavos de dólar por kilovatio-hora, dependiendo de factores tales como la profundidad del agua, la distancia de la costa, y las condiciones de viento.

Matthew Kaplan, analista senior que está estudiando los mercados de energía eólica de América del Norte para la consultora Emerging Energy Research con sede en Cambridge, Massachussets, señala que los ejemplos recientes demuestran que los proyectos de energía eólica marina requieren una intervención adicional por parte de los Estados para conseguir su puesto en marcha. La autoridad de energía de Long Island, por ejemplo, terminó con un acuerdo para la compra de energía de un proyecto propuesto de 144 megavatios en 2007 después que una evaluación independiente vinculara el coste a 29 centavos por kilovatio-hora. Otro ejemplo, apenas el mes pasado, una demostración de 28,8 megavatios en Rhode se estrelló cuando la Comisión de Servicios Públicos rechazó el acuerdo firmado por National Grid, que habría pagado al desarrollador del proyecto Deepwater Wind 24 centavos por kilovatio-hora.

Kaplan afirma que sólo la intervención del Estado pudo sellar el acuerdo entre el desarrollador del proyecto NRG Bluewater Wind y Delmarva Power con sede en Wilmington. Los organismos reguladores de Delaware cambiaron las normas del estado, triplicando los créditos que Delmarva ganará respecto a la norma cartera renovable del estado lo que le permitirá distribuir el coste entre los contribuyentes. «Al final, el Estado tuvo que intervenir para hacer que los costes fueran más apetecibles», señala Kaplan.

Por el momento, no hay ningún signo de edulcorantes gubernamentales para Cape Wind, pero es evidente que goza de un fuerte apoyo político. «Cape Wind será construido», afirma Musial. «La aprobación de la cúpula del gobierno de EE.UU. demuestra que hay voluntad política para hacerlo».

Musial añade que la propuesta de presupuesto del presidente para el año 2011 solicita 49 millones de dólares en I+D para la energía eólica marina–la primera solicitud específica para la energía eólica marina–proporciona otra “señal significativa que la energía eólica marina está sobre la mesa como una nueva dirección para el Departamento de Energía.»

Sin embargo, la construcción de la industria de la energía eólica marina en los EE.UU. podría ser un proceso lento. Cape Wind señala que espera comenzar la construcción este año, pero Kaplan apuesta que Cape Wind empezará a generar energía en 2013 como muy pronto. Otros proyectos en desarrollo están a años de distancia, afirma éste, sobre todo debido al proceso federal de revisión ambiental.

Luego está el reto de desarrollar la infraestructura para construir, instalar y mantener las turbinas eólicas marinas, sus fundamentos y las líneas submarinas de energía para vincularlas con la costa. Musial afirma que los incentivos introducidos recientemente en Ontario podrían acelerar este proceso mediante la creación de otro punto de apoyo en América del Norte para la energía eólica marina. Las primas en las tarifas para las energías renovables de Ontario, similares al apoyo a los precios en muchos países europeos, garantizan un precio de 19 centavos de dólar por kilovatio-hora para las turbinas eólicas marinas instaladas en Great Lakes.

Kaplan estima que antes de 2025 se instarán unos 8.100 megavatios de energía eólica marina en los Estados Unidos, con la mayor parte de la construcción concentrada a partir de 2018. Eso es todavía una fracción de la instalación de energía eólica en los EE.UU., que Kaplan espera que llegue a 192.000 megavatios en 2025. Sin embargo, podría crecer mucho más de acuerdo con un informe del 2008 del DOE, en que se determinó que la energía eólica podría proporcionar el 20 por ciento de la energía de EE.UU. en 2030. En ese escenario, los parques eólicos marinos ofrecerían unos 54 gigavatios de los 300 gigavatios previstos.

Fuente: www.technologyreview.es

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